viernes, 14 de agosto de 2009

Fichaje por el Sprinter

Como bien ha dicho Laserjet, se puede decir que desde el lunes por la tarde soy el nuevo "cambia-hombres" del Sprinter.

No voy a decir que me han regalado nada, porque aunque parezca que no, lo mío me ha costado y sobre todo me ha tenido un par de meses en vilo. Es cierto que con el Motos Lean lo tenía todo hecho pero cuando uno de los mejores equipos de Elche te llama no le puedes decir que no, aunque sea para sondearte, ya estas pensando en si de verdad se pudiera hacer realidad.

Los que me conocen más de cerca ya saben lo que he pasado para conseguir quizás un "pequeño sueño", porque siempre he querido ser del Sprinter desde que me intereso por esto del fútbol sala, quizás sea algo así como ser del Barça o del Madrid. Algo me dijo el Sprinter y mira por donde ahora tengo la posibilidad de dirigirlos desde el banquillo y aspirar a lo máximo porque a bien seguro, que nadie lo dude vamos a ir a por esta liga que se presume muy complicada.
Quizás alguno se pregunte que méritos he hecho o quizás si tengo la experiencia suficiente para llevar un equipo así ¿quien lo sabe? Lo que está claro es que si no se prueba no se puede saber, si luego todo sale mal se le puede decir al Sprinter que se equivoco en la elección y a mí pues "sayonara baby" a lo de ser entrenador de fútbol sala ¿pero y si sale bien? Entonces todo el mundo dirá que valiente fue el Sprinter con su decisión. Está claro que en esto del fútbol, del fútbol sala, del deporte en general mandan los resultados, son los que te llevan al cielo o al infierno, pero ya digo que por ganas no va a ser.

Para ser sincero mucha gente, muchísima me ha dicho que no lo haga, quizás no este del todo preparado para llevar a gente con más años que yo, más años jugando al fútbol sala, más veteranía, más experiencia, que saben lo que son vestuarios, con la presión que va a ver por ganar, la exigencia de ganar, y multitud de cosas más. Pero ni por un segundo he dudado, lo tenía bien claro desde el primer día que me dijeron que había esa posibilidad, nunca me ha temblado el pulso ni por un instante para decir el "Si quiero". Quizás tenga mucho que perder, si sale mal o no sale bien, está claro que la culpa será del mister y puede que mi corta carrera de entrenador llegue a su fin.

En definitiva, es lo que quería, es lo que quiero. Me gusta este deporte, me divierto mucho pensando en jugadas o viendo partidos, copiando lo que otros hacen, intentar mejorarlo o buscar alternativas, se me puede llamar friki u otras cosas, pero yo tengo claro que esto me gusta y es lo que quiero hacer.
Llevaré siempre el Juyma Gres / Control Solar en el corazón por ser el equipo que me dio la oportunidad de probar como entrenador, como cambia-hombres amateur. Lo llevaré siempre en el corazón porque en dos años ese equipo ha conseguido escribir una pequeña historia entre muchos amigos, ser un sentimiento para muchos, un color para todos, pero sobre todo una ilusión. Sin ellos, sin cada uno de los jugadores que ha pasado por ese equipo, con los presidentes a la cabeza, con Juande y David por haber apostado por mí, por José Antonio por haber hecho posible que comenzara esta corta carrera de mister. Todos, cada uno de ellos, los amigos que han ido vestidos de azul a vernos partido tras partido semana tras semana, todos y cada uno de ellos tienen parte de culpa de que ciertas personas del Sprinter se fijaran en mí y por eso no pararé nunca de agradecerles a cada uno lo que han hecho.
Está claro que ahora empieza un camino quizás con mucha más dificultad, con más presión, pero igualmente ilusionante y con un solo y claro objetivo, ser campeones de liga. Es complicado, las ligas son muy largas y puede pasar de todo, pero la oportunidad de luchar por ella, cara a cara con los mejores de Elche es a lo máximo que ahora podría haber aspirado. Solo por ello voy a intentar dejarme la piel para intentar conseguir ese único y claro objetivo, ser los mejores, para agradecer a los que han apostado por mí y sobre todo dedicar a todos y cada uno de esa gran familia que es el Juyma Gres - Control Solar.

Así que nada, en principio salvo imprevisto de última hora confirmar que este año voy a llevar al Sprinter en su lucha por volver a ser el campeón de la liga de Elche. No se si seré el cambia-hombres "más joven" en conseguirlo, quizás haya alguno más joven, pero aún así la ilusión por conseguirlo es tremenda. Quien sabe, igual el Sprinter es el siguiente paso en una prometedora carrera de entrenador... ¿quien sabe?

Ya sabéis, podéis seguir todos mis pasos en el foro de www.elxfutbolsala.com.

viernes, 7 de agosto de 2009

En Barcelona de vacances...

Hace unas horas que he llegado de Barcelona. Había estado varias veces pero nunca de turismo, por fin he podido visitarla al 100% viendo cada rincón de esa ciudad que ha enamorado a muchos. Pero ya entraré en detalles (algún día), ahora os dejo con mi rápida aparición en televisión...


Por cierto, elimine una entrada relacionada con el fútbol sala, pero puede que pronto hayan novedades. Ya os contaré....

jueves, 4 de junio de 2009

¡¡Necesitamo a la Marea Azul una vez más!!

¡¡Llego la hora!! Domingo a las 11 de la mañana en el pabellón Esperanza Lag. Que os voy a decir que no os haya dicho ya... ¡qué vamos a tener elementos ruidosos para animar al equipo! ¡¡solo los 100 primeros eh!! ¡Que tenemos que ir con nuestro pañuelo azul para dar colorido a la grada! ¿no tienes? Ves el domingo y algo haremos... ¡Qué tenéis que ir el domingo con una camiseta azul! ¡otra vez! Creo que es la enésima vez que os lo pido... pero ahora en serio ¡¡¡ahora más que nunca os necesitamos a todos el domingo!!! El equipo os necesita, no se como explicarlo, no se como pediros que vayáis, os lo suplico, os lo imploro, ¡deseo que vayáis el domingo!
En un sueño para el equipo ¡¡¡tercera!!! Aquello de la octava y la séptima ya queda muy lejos para este equipo. ¡¡¡Tercera!!! Puede parecer una tontería pero no lo es porque estamos a un pasito de conseguirlo, a una eliminatoria de alzarnos con el sueño del equipo, con ese objetivo que allá por agosto cuando comenzamos a correr por la ladera del Vinalopó parecía muy complicado.... ¡Juntos podremos lograrlo! Solos es muy difícil por no decir imposible.

¡Os necesitamos a todos el domingo a las 11 de la mañana en el pabellón Esperanza Lag! ¡Que sea una fiesta en la grada! ¡Qué demos un ejemplo de comportamiento cívico! ¡Qué demos un ejemplo a esta liga local de Elche de lo que es tener un equipo con afición! Es nuestro momento, ha llegado nuestra, a las 11 en el pabellón Esperanza Lag.... ¿Aún no estás convencido?

Pues disfrutad:


Domingo a las 11 de la mañana en el pabellón Esperanza Lag.
Juyma Gres / Control Solar vs. Altabix / Comerzap
¡El ascenso en juego!
¡Y la Marea Azul nos llevará hasta tercera!

viernes, 29 de mayo de 2009

Ya están aquí los playoff.....

Nos la jugamos y que mejor manera que con esta afición....



¡¡¡¡¡SOBRAN LAS PALABRAS!!!!!!!

miércoles, 15 de abril de 2009

Introducción de "Sangre en la tierra".

Aquí os dejo el capítulo introductorio de "Sangre en la tierra" a ver que os parece.
Jerusalén, Mayo de 1184.

La oscuridad lo cubría todo aquella noche. La ciudad estaba sumida en un silencio aterrador, de esos que hielan el alma. Las puertas y las ventanas cerradas para impedir la entrada de las heladas ráfagas de aire frío que perturbaban las almas de los habitantes de la ciudad.
Mas allá de las murallas, en las lejanas montañas que rodean la ciudad pequeñas lucecillas hacían indicar a los centinelas de la urbe que el enemigo no estaba lejos, sus antorchas crispaban la moral de los soldados que hacían los preparativos para el tan esperado pero a la vez tan temido asedio. El miedo se olía, se sentía en cada rincón, en cada esquina y en cada casa. En todos los lugares menos en la residencia de los Templarios porque allí los preparativos para una guerra inminente mantenían ocupados los corazones de los monjes guerreros que ansiaban poder luchar y defender Tierra Santa.
Pero en lo alto del edificio, en una de las cámaras superiores, el Gran Maestre de los Templarios yacía enfermo aunque dispuesto a partir con la salida del sol a ver al Papa Lucio III ya que era la única forma de conseguir más dinero para la lucha que se avecinaba. Hacía horas que había mandado llamar a su gran amigo Fernando de Merignan, aunque este había desaparecido en los últimos días y nadie sabía donde se encontraba. La inquietud crecía en la puerta de la habitación rodeada de vasallos y nobles preparando el viaje del Gran Maestre. Un viaje que se sabía peligroso y del que probablemente nunca volviera con vida debido a su débil estado de salud. El temor de no volver a ver más Jerusalén mantenía en vela al Gran Maestre, que permanecía en la cama junto a su confesor y médico Albert Millon. Su estado de salud empeoraba a vista de todos y eran muchos los que se postulaban para sucederle en la Orden de los Templarios aunque no era la mayor preocupación del Gran Maestre, ni el futuro viaje a Roma. Su mayor preocupación era hablar con Fernando de Merignan, el tiempo apremiaba y el desenlace podría ser catastrófico para la cristiandad.
- Albert ¿aún no ha llegado?
- Me temo que no señor. Muchos andan buscándolo pero parece que lleva varios días fuera de la ciudad. Nadie sabe su paradero, lo siento Gran Maestre.
- ¡Maldita sea! – Un ataque de tos hace temor lo peor al bueno de Albert Millon. Su estado de salud empeora por momentos y el viaje no es la mejor de las opciones para su recuperación. – Debo marcharme mañana a ver al Papa y necesito ver a Fernando ¡lo necesito!
- Señor todos andan buscándolo. Hemos enviado emisarios a todas las prefecturas urgentemente y deberían dar con él señor. Pero hasta el momento todo ha sido inútil, nadie sabe donde... – un leve sonido de aire entrando en la habitación perturba a nuestro médico – Juraría que las ventanas estaban cerradas mi....
- ¿Eres tu Fernando? – Dijo el Gran Maestre haciendo un gran esfuerzo para incorporarse en su camastro.
- Me mandasteis llamar y aquí estoy mi señor. – dijo Fernando apareciendo de entre las sombras de la ventana acercándose al lecho donde reposaba el Gran Maestre. Saludo con un leve gesto con la cabeza a Albert Millon.
- Siempre tan sutil amigo mío. Por favor Albert, déjanos unos minutos a solas, debo hablar con Fernando en privado.
- De acuerdo señor, estaré fuera por si me necesitáis. – El Gran Maestre y Fernando no dijeron nada hasta estar seguros de que se encontraban solos en la estancia.
- Fernando casi muero esperándote. Acaso no sabéis que debo partir en unas horas a Roma ¿dónde estabais?
- Sabía lo que os ocurría y entendí que a pesar de vuestra llamada había una cosa importante que hacer. El enemigo está cerca de Jerusalén y pronto podrían atacar, puede que lo hagan después de verano. Lo he visto con mis propios ojos, se están preparando pero no tengo claro que sea Jerusalén su objetivo inicial, puede que ataquen primero hacia el sur.
- ¡Para eso ya tengo espías en territorio enemigo! Debiste haber venido nada más recibir mis órdenes. – Dijo el Gran Maestre mostrando su malestar clavando una terrorífica mirada en Fernando que no consiguió amedrentarlo.
- Señor, no os esforcéis. Me requerían en otro lugar a la vez que aquí y veo que el daño ya esta hecho, así que no os esforcéis demasiado en mostrarme que estáis molesto conmigo. Debéis descansar las pocas horas que quedan para vuestra marcha, la guerra es inminente y necesitaremos muchos más hombres y por supuesto más dinero de Roma. Debéis reposar para el largo viaje.
- ¡Crees acaso que no lo se! Crees que no tengo a una pandilla de locos afilando sus armas allí abajo ¿Crees que no lo se? Locos sedientos de sangre que solo piensan en su honor y en ampliar sus tierras con más títulos. Y para colmo tengo al invecil de Gerard de Ridefort esperando en la puerta a que suelte mi último suspiro para declararle la guerra a los árabes. Esto es una encrucijada muy peligrosa Fernando. Siento que voy a morir pero no tengo miedo. En cambio tengo miedo de que el mundo que conocía va a morir conmigo y eso si que me asusta, me aterroriza. Llevan dos meses provocando una y otra vez esos locos una guerra contra los árabes y encima ahora que están más unidos que nunca ¡Tú lo sabes mejor que yo! – Un ataque de tos hizo temer lo peor a Fernando que ya se disponía a llamar al médico - ¡Lo sabes! Es una locura atacar a los árabes como quieren esos locos ¿dime que crees en mi? – Otro ataque de tos. Fernando se fijo y vio como el Gran Maestre había escupido sangre. Estaba realmente enfermo y por lo que sabía Fernando pronto dejaría este mundo. - ¡Saladino nos aplastará en un santiamén si vamos a su encuentro!
- Debes descansar, deja esos temores y reposa unas horas. Todo se solucionará. Ni Saladino tiene claro atacar Jerusalén, sabe que un asedio es costoso y no tiene las garantías de poder lograrlo. No se atreverá. Pero no es momento de pensar en esto, ahora no, debes...
- ¡Qué ahora no es el momento! Fernando estamos a punto de empezar una guerra después de uno de los periodos de paz más grande en esta tierra, hemos vivido en paz durante años las tres religiones y ahora esos ignorantes estúpidos con ansia de nuevos títulos y nuevas tierras nos lanzan inexorablemente a las entrañas del infierno. Lo vamos a perder todo, siento que vamos a perder Jerusalén.
- Eso a vos no debe preocuparos por ahora. Descansar y partid tranquilos. No se atreverán a hacer nada en vuestra ausencia. Partid mañana junto a vuestro homólogo de la Orden de San Juan y traer ese dinero que tanto necesitamos. Cuando volváis podremos volver a negociar un acuerdo con los árabes, un nuevo acuerdo para volver a vivir en paz varios años más. – Tras unos segundos de reflexión el Gran Maestre clava su mirada en Fernando.
- Fernando necesito que me hagáis un favor, es importante.
- Sabéis que haría cualquier cosa por vos. – dijo Fernando.
- Sabes que siempre te anime en todo lo que hiciste a pesar de la reticencia de otros muchos. Querías conocer más que ningún otro a nuestros enemigos y llegaste más lejos que ningún otro templario a conocer la cultura y la forma de vida de los árabes. Eres uno de los templarios más capaces y más dotado de todos los que hay en Tierra Santa, un digno sucesor en unos años que podrías llegar a conseguir la paz en la región.
- Me ruborizáis ante tales pensamientos pero vos mejor que nadie sabéis que mi único deseo es volver a las tierras de mis antepasados en Aragón y comenzar de nuevo. Pronto me marcharé y no volveré jamás a Tierra Santa, mi periodo de penitencia pronto expiará y deseo volver a mis tierras. – Dijo Fernando emocionado.
- Fernando ¡necesito que matéis a Renuard de Chavalliers! Ese infame lacayo de Reinaldo de Châtillon por la paz en la región. – Dijo el Gran Maestre con gran esfuerzo.
- ¡Qué decís! No puedo hacer eso.
- Él nos va a llevar a la ruina a todos. Todos moriremos por su culpa muy pronto si no ponemos fin a sus fechorías. Por su culpa la guerra será inevitable y con ello la caída de Jerusalén. Debe morir por el bien de la cristiandad. Sin él, Reinaldo de Châtillon es un lobo sin dientes, al menos nos dará unos meses de tranquilidad y no provocaran una guerra mientras yo estoy lejos.
- Pero... ¡yo no puedo hacer eso! ¡Es un católico al igual que yo! ¡No puedo matar a un noble!
- ¡Fernando debes hacerlo! Y por que aún soy el Gran Maestre de la Orden de los Templarios y como superior tuyo te ordeno que elimines a Renuard de Chavaliers.

El silencio vuelve a envolver la ciudad. Los monjes guerreros parecen haberse dado un descanso hasta la mañana siguiente para seguir engrasando la maquinaria de guerra que inevitablemente avanza. Todo parece detenido en el reino de los cielos hasta la salida del sol. Todos vuelven a sus lugares de descanso mientras los que montan guardia miran con recelo las antorchas de los sarracenos a lo lejos en las colinas. Entre el miedo y la incertidumbre poco a poco Jerusalén entera se envuelve en un manto de sueño. Sus habitantes se acurrucan entre pieles para afrontar la gélida noche que llena más aún de desazón los corazones.

- De acuerdo, lo haré pero necesito algunas garantías. – dijo Fernando.
- Dime Fernando que es lo que deseas.
- Si hago esto debo salir de Tierra Santa. Mi penitencia en estas tierras debe darse por finalizada. Estoy cansado de tantas luchas que no llegan a nada. Necesito volver a casa y comenzar de nuevo. No puedo seguir aquí y más después del escándalo que se va a montar. Muchos me señalaran como el culpable.
- Nadie pondrá en duda tu honor, eso te lo prometo. Pero veo muy complicado dejarte marchar y no porque no pueda, si no porque no debo perder a uno de los hombres más cualificados y necesarios para la Orden en caso de que estallase una guerra.
- ¿Y crees acaso que matar a Renuard de Chavaliers no es difícil?
- ¿Qué quieres?
- Quiero un salvoconducto para abandonar Tierra Santa sin peligro. Quiero vía libre hasta llegar a mis tierras en Aragón y por supuesto recuperar las tierras de mi padre que se os fue dada en herencia cuando murieron mi padre y mi hermano. Quince años luchando lejos del hogar son demasiados, es hora de volver.
- Un hombre de guerra va a volver a la tierra de sus padres a producir trigo y vivir como un noble hasta el fin de sus días ¿acaso es eso lo que deseáis? – Fernando sostuvo la mirada del Gran Maestre y tras pensarlo unos segundos asintió. – Así sea. Os daré esa libertad que tanto ansiáis.
- No es que ansíe la libertad. Quiero volver a la tierra que me vio nacer. Estoy cansado de luchar, se que hacerlo en nombre de Dios es lo máximo a lo que puede aspirar cualquier persona en la Tierra pero no puedo más. He visto morir a amigos junto a mí y he matado a otros amigos con mi espada tan solo por no creer en nuestro Dios.
- Cuidado Fernando con esos pensamientos. Vos sabéis al igual que yo que eso es blasfemia. Accederé a tus pretensiones. Con las primeras luces del alba mi secretario tendrá todos los documentos preparados. Tendréis crédito hasta llegar a Aragón. Y la Orden os proporcionara un sustento por las tierras durante los próximos 10 años ¿os parece bien? – Fernando asintió. ¿Cuándo partiréis?
- Inmediatamente. Cuando estalle la tormenta será peligroso quedarse. A pesar de que me dais garantías de que mi honor no se verá mancillado todos buscaran un culpable y no creo que Reinaldo de Châtillon se quede con los brazos cruzados esperando que alguien le diga quien es el asesino de su hermano. Haré los preparativos para marcharme y cuando tenga los documentos en mi poder pondré rumbo a Aragón.
- De acuerdo. Llamaré a Balian de Ibelin para que se encargue de todo en mi ausencia, él me mantendrá informado de todo lo que ocurre. Ves con cuidado, puede que encuentres muchos obstáculos para llegar a casa, los caminos son peligrosos aunque la indumentaria de los Templarios debería bastar para pasar incluso por el bosque más frondoso. Solo deseo que las circunstancias hubiesen sido muy diferentes, hubieses sido un Gran Maestre de la Orden los Templarios muy digno, un gran sucesor en unos pocos años.
- No te preocupes por mi, se que Balian lo hará muy bien en tu ausencia, pero no te demores demasiado, quieren una guerra y la van a encontrar muy pronto.
- Lo se. – dijo con mucha pena el Gran Maestre. – Ahora mismo no es lo más idóneo partir pero es necesario el dinero y más hombres para poder resistir en Jerusalén. Creo que Bailan lo hará bien aunque creo que tú lo hubieses hecho mejor, conoces las dos religiones y conoces a los hombres que las profesan... – Otro ataque de tos precipito al Gran Maestre hacía un vaso de agua que había en una mesa al lado de su lecho - Hubieses sido el mejor Gran Maestre de los Templarios en muchos años. – Dijo al recuperarse del ataque de tos.
- Eso es algo que ya no se podrá saber. Debo marcharme antes de que salga el sol. Hay decisiones que tomar y poco tiempo para llevarlas a cabo. – Agarrando con fuerza la mano del Gran Maestre – Ha sido un placer estar a tu lado estos años, has sido un verdadero padre para mí y un gran amigo. Ten mucho cuidado y ojalá tuviéramos la ocasión de volver a vernos alguna vez más.
- Gracias Fernando por todo. Yo he disfrutado mucho a tu lado, has sido un gran consejero pero sobre todo un gran amigo. Ve en paz y consigue todo lo que te propongas. Mucha suerte. – Tras decir esto Fernando se dirigió hacia la ventana por la que había entrado.
- ¡Adiós! – Fue lo último que llego a decir mientras el Gran Maestre veía como una sombra abandonaba la estancia. Le pareció que una mano escondía una lágrima de su cara. Fue tan rápido que apenas tuvo conciencia del gesto Fernando había desaparecido.

Entre las sombras de la ventana fue la última vez que se vio a Fernando de Merignan en Jerusalén. Muchos se preguntaron que fue de él. Algunas voces dijeron que llevaba varios días en cautiverio con los sarracenos. Otros que había desertado y unos cuantos más que se encontraba en una misión secreta o descubriendo nuevas cosas sobre sus enemigos. Pero lo que es cierto es que nadie lo volvió a ver y pronto su nombre se olvido por estas tierras.
Pero esa mañana, la misma en la que unos pocos afirmaban haber visto una sombra deslizarse desde el interior de la estancia del Gran Maestre, la ciudad de Jerusalén se levantaba perezosamente, con el miedo y la incertidumbre de un futuro que solo presagiaba una inminente guerra. Aunque no pocos suspiraron aliviados cuando un rumor comenzó a recorrer cada rincón de la ciudad. El revuelo de un asesinato inquieto a los ciudadanos de Jerusalén pero a la vez suspiraron por un leve rayo de esperanza con la muerte de Renuard de Chavaliers que había aparecido muerto en su alcoba. Nadie sabía como había ocurrido, pero muchos apuntaban a un ajuste de cuentas, un asesinato aunque no había ninguna pista sobre el posible asesino o asesinos.
Mientras tanto, a la misma hora en que Jerusalén se agitaba inquieta por el rumor creciente de la muerte de Renuard de Chavaliers, el Gran Maestre de los Templarios partía junto a su homologo de la Orden de San Juan hacia Roma. La noticia llego a los oídos de la comitiva cuando ya abandonaban los muros y tan solo los mas cercanos al Gran Maestre se dieron cuenta que no lamento la noticia mientras espoleaba su caballo dibujándose una imperceptible sonrisa en su rostro. Incluso alguien dijo haber oído decir al Gran Maestre “¡Qué Dios nos perdone pero el reino de los cielos debe perdurar!”

Mientras tanto, ajenos a tanto revuelo en la ciudad, un grupo de peregrinos abandonaba la ciudad por otra puerta diferente. Emprendían un viaje de vuelta a sus lugares de origen después de la peregrinación a Tierra Santa o al menos eso es lo que pretendían hacer creer. Seis hombres a caballo bien vestidos, con ropas muy cómodas y resistentes para viajes, un caballo de carga tirando de un carro recubierto con una lona formaba aquel grupo. Pero las cicatrices de sus rostros curtidos al sol, las espadas que reposaban en las monturas de sus caballos y su determinación en la marcha delataban a estos seis viajeros que abandonaban sin mirar hacía atrás sin tan siquiera para despedirse de la ciudad de Jerusalén. Un nuevo mundo lejos de luchas y guerras. La sangre quedaba atrás y una nueva tierra aparecía en el horizonte. Sangre y tierra.